SANI E FORTI CON LE MICROVERDURE

Garbanzos, lentejas, soja y guisantes secos: ¡hagámoslos germinar todos!

 

Llega la primavera y con ella las ganas de frescura, de verde, de renacer. No hay nada mejor que añadir un poco de todo eso a nuestra dieta diaria. Pero, ¿qué hacer con los más pequeños que odian todo lo que se parece a un buen plato de verduras?

 

En lugar de cocinar brócoli y zanahorias, juguemos a plantar nuestro propio huerto en miniatura. ¡Quién sabe! Tal vez, al ver crecer nuestras pequeñas verduras, tengamos ganas de recogerlas y añadirlas a los bocadillos.

Sanos y nutritivos.

Los brotes de verduras son un verdadero superalimento.


Ricos en vitaminas y minerales, muy fáciles de digerir, crujientes y sabrosos, son utilizados por grandes chefs para dar un toque especial a cualquier plato.

 

En casa podemos cultivarlos nosotros mismos: al principio, basta con materiales sencillos. Si la idea tiene éxito, podemos comprar un germinador y distintos tipos de semillas para diversificar el cultivo en interior.

 

Para empezar, se necesita: un frasco de vidrio transparente, un puñado de legumbres secas, una gasa, una goma elástica y un poco de agua.

Los brotes: guía esencial.

Se pueden germinar todas las semillas comestibles: alubias, garbanzos, lentejas, semillas de girasol, de sésamo o, mejor aún, guisantes secos o judías mungo, cuyo sabor suave encanta a los niños.

 

Los únicos brotes que no deben consumirse son los de las solanáceas (patatas, tomates, berenjenas y pimientos). Si tienes semillas de este tipo, no las utilices.

 

La técnica del frasco consiste en dejar en remojo un puñado de semillas en el fondo de un tarro, cubiertas con agua, durante una noche.

 

No cierres el frasco con una tapa: utiliza una gasa sujeta con una goma elástica para que las semillas puedan respirar. Por la mañana, escurre el agua con cuidado y coloca el frasco cerca de una ventana. Dos veces al día, enjuaga las semillas y elimina el exceso de agua.

Microbrotes en pocos días

Cada variedad de semilla tiene su propio tiempo de germinación.

 

La mayoría comienza a germinar en pocos días y alcanza la longitud ideal para el consumo (entre 3 y 5 centímetros) en aproximadamente una semana.

 

En el momento de la cosecha, toma un pequeño puñado de brotes y agrégalos crudos a tus platos. Son perfectos para sopas y ensaladas, o finamente picados junto con arroz.

 

¿Nuestro plato favorito? Una tostada con crema de aguacate y un huevo a la sartén.

 

Encima del huevo, se espolvorean los brotes: con ese toque crujiente, son deliciosos, bonitos a la vista y muy nutritivos. ¡Tienes que probarlo!

#cresceregiocando #giocaconprimigi

 

*Artículo redactado en colaboración con Giovani Genitori

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