GIOCHIAMO CON I PIEDI

Pequeños ejercicios para pasos seguros

Los pies tienen una extraordinaria importancia en el bienestar total de la persona. Sin embargo, hasta el día de hoy están “menospreciados”. Tener pies fuertes, bien estructurados, con tobillos dotados de buena movilidad y dedos sensibles, significa prevenir posibles patologías musculares y del esqueleto que pueden influir en nuestra calidad de vida.
Podemos regalar un poco de bienestar a nuestros hijos incluyéndolos en pequeños ejercicios que pueden fácilmente pasar por juegos. El juego representa el camino más simple para incluir un niño, el canal de comunicación más directo. Basándose en estas premisas se origina la rápida difusión de la ludoterapia, como práctica no sólo correctiva sino y sobre todo, preventiva.

Los ejercicios que queremos proponerle están indicados para niños que ya han conquistado la completa capacidad de deambular y deben realizarse, obviamente, con los pies descalzos.

Ejercicios de pie

Elevarse, caminar y hacer pequeñas flexiones en las puntas ayuda a reforzar notablemente los músculos de los pies.
Caminar apoyándose en los talones también tiene efectos benéficos en los músculos de las piernas.
También es útil caminar lentamente con marcha “marcada”: talón, planta, punta.

El pie toma la tierra con el talón, apoyando luego la planta y finalmente apoya antepié manteniendo levantado el talón.
Para adquirir mayor equilibrio y estabilidad se puede: proponer al niño que camine pisando perfectamente con el centro del pie una línea trazada en el piso (basta con una tira de papel engomado removible y de color).
Para el control de los movimientos el mejor ejercicio es el de caminar cruzando las piernas sobre la línea trazada en el piso.
En los meses veraniegos no se puede perder la ocasión de realizar carreras o paseos en la arena: los pies se someten a la búsqueda continua de un buen equilibrio y disfrutan del beneficio de un masaje constante.

Ejercicios acostados o sentados

En este caso los ejercicios más importantes son los que pueden ayudar al niño a conquistar el control de los dedos de los pies.
Estando sentado en el piso, intentar hacer que tome, levante y desplace con los dedos del pie un paño ubicado en el piso o algunos palitos.

El paso siguiente, y el más divertido, es el de poder escribir el propio nombre con los pies.
Siempre sentados en el piso se puede jugar a pasarse una pequeña pelota sosteniéndola sólo entre las plantas de los pies.
Sentados en un asiento bajo, con las rodillas flexionadas y los talones en el suelo, es útil hacer algún ejercicio elevando la parte delantera de los pies y contrayendo hacia arriba las puntas de los mismos, para luego bajar la parte anterior y flexionar enérgicamente los dedos. Se trata de pequeñas flexiones del pie que incluyen con provecho músculos y articulaciones.

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